INTRODUCCION.-
“Un pueblo que oprime otro pueblo no puede ser libre” dijo el Inca Yupanqui a los españoles. Nosotros, los campesinos quechuas y aymaras lo mismo que los de otras culturas autóctonas del país, décimos lo mismo. Nos sentimos económicamente explotados y cultural y políticamente oprimidos. En Bolivia no ha habido una integración de culturas sino una superposición y dominación habiendo permanecido nosotros, en el estrato mas bajo y explotado de esta pirámide. Bolivia a vivido y esta viviendo terribles frustraciones. Una de ellas, quizás la mayor de todas, es la falta de participación real de los campesinos quechuas y aymaras en la vida económica, política y social. Pensamos que sin un cambio radical en este aspecto será totalmente imposible crear la unidad nacional y un desarrollo económico dinámico, armónico, propio y adecuado a nuestra realidad y necesidades.
Bolivia esta entrando en una nueva etapa de su vida política, una de cuyas características es la del despertar de la conciencia campesina. Al acercarnos a un periodo pre- electoral una vez mas se acercaran los políticos profesionales al campesinado para recabar su voto y una vez mas lo harán con engaño y falsas promesas. La participación política del campesinado debe ser real y no ficticia. Ningún partido podrá construir el país sobre el engaño y la explotación de los campesinos. Nosotros los propios campesinos lejos de todos afán partidista y pensando únicamente en la liberación de nuestro pueblo, queremos exponer en este Documento aquellas ideas que juzgamos, fundamentales en el ordenamiento económico, político, y social del país.
La Paz, 30 de julio de 1973
FIRMADO: CENTRO DE COORDINACIÓN Y PROMOCIÓN CAMPESINA MINK’A.
FIRMADO: CENTRO CAMPESINO TUPAJ KATARI.
FIRMADO: ASOCIACIÓN DE ESTUDIANTES CAMPESINOS DE BOLIVIA.
FIRMADO: ASOCIACIÓN NACIONAL DE PROFESORES CAMPESINOS.